Mi vocación es ayudar a parejas que dan una oportunidad al amor que llega a una edad más madura de su vida.
En 2018 decidí dar una segunda oportunidad al amor y mi pareja y yo nos casamos en segundas nupcias, siendo yo madre de dos niñas, Claudia y Noah y mi marido padre de una niña, María. Así pasé de ser tres a crear una familia de cinco.
Durante el periplo de organizar mi segunda boda también me di cuenta de que casarse a los veinte no es lo mismo que cuando tienes una edad más madura. Tu visión de las cosas no es la misma y la forma de afrontarlas tampoco.
Por eso, desde mi experiencia personal y profesional, quiero darte una serie de recomendaciones ahora que aún estás a tiempo de poder organizar tu boda disfrutando del proceso de principio a fin, sabiendo a dónde quieres llegar y haciendo del camino un lugar que no querrás que termine.